Intersecciones Urbanas: Materialidades, Movilidades y Desigualdades en el Paisaje Migratorio

Intersecciones Urbanas: Materialidades, Movilidades y Desigualdades en el Paisaje Migratorio

Claude Barutel. Extracción de Mármol en Rajastán, 2019.

Desplazados por la pérdida del hábitat

Las migraciones contemporáneas son impulsadas por una variedad de factores, que incluyen conflictos armados, desigualdades económicas y desastres ambientales. Estos movimientos poblacionales han transformado profundamente la geografía urbana, con un creciente número de personas migrantes estableciéndose en ciudades de todo el mundo en busca de seguridad, oportunidades económicas y una mejor calidad de vida (Castles & Miller, 2014). Sin embargo, esta migración no es un fenómeno aislado; está estrechamente relacionada con la explotación insostenible de recursos naturales para la construcción y el desarrollo urbano. Saskia Sassen nos introduce en una dimensión migratoria crítica: los «refugiados económicos», personas desplazadas por la pérdida de hábitat y oportunidades causada por prácticas económicas globales insostenibles (Sassen, 2014). Estas migraciones, como señala Sassen, no son eventos aleatorios, sino el resultado de condiciones estructurales profundamente arraigadas.

La cadena global de suministro de materiales de construcción conecta la demanda de recursos en ciudades globales con la explotación en las zonas de extracción, perpetuando un ciclo de degradación ambiental y desplazamiento humano (Bridge, 2009). Los proyectos de construcción en ciudades, motivados por la necesidad de vivienda y desarrollo urbano, frecuentemente se apoyan en materiales extraídos de manera insostenible. Las comunidades que dependen de estos recursos enfrentan la amenaza constante de perder sus medios de vida y ver destruidos sus hábitats, lo que desencadena migraciones forzadas hacia los centros urbanos (Davis, 2006). Esta relación simbiótica entre el flujo de recursos y el movimiento humano crea una red de interdependencias complejas y a menudo desequilibradas, intensificando las disparidades socioeconómicas y ambientales entre las regiones de origen y destino. Estos movimientos reconfiguran las dinámicas sociales y culturales de las ciudades receptoras, desplazando poblaciones enteras y transformando el paisaje urbano (Lees, Shin, & López-Morales, 2016).

Aunque la arquitectura tiene el potencial de crear buenos espacios y enriquecer el paisaje urbano, también ha contribuido significativamente al desplazamiento de personas, la degradación de ecosistemas y el cambio climático (Sassen, 2014) (Fig. 01). En la India, la extracción insostenible de mármol en las canteras de Rajastán ha llevado a la degradación ambiental y a la migración forzada hacia áreas urbanas de la población local. (Marshall, Taylor, & Balaton-Chrimes, 2016). Similarmente, la tala de bosques en la Amazonía para la producción de madera y expansión agrícola ha resultado en el éxodo de comunidades indígenas hacia ciudades como Manaus y Belén (Lees et al., 2016) (Fig. 02). En Nigeria, la extracción de arcilla para la producción de ladrillos ha causado desplazamientos hacia Lagos y Abuja (Davis, 2006), en Indonesia, la extracción de arena para la construcción ha provocado la degradación de ecosistemas costeros y el migración forzada hacia ciudades como Jakarta y Surabaya (Bridge, 2009).

Panga Media. Bosque tropical deforestado, n.d. Shutterstock

 

Sostenidos por la fuerza del trabajo de las personas migrantes

Mientras tanto, en el corazón de ciudades globales, una fuerza laboral migrante invisible, es esencial para sostener la industria de la arquitectura y el urbanismo (Sassen, 2014). Escribo este artículo desde Londres. Durante años, he sido testigo de esta intrincada dinámica en oficinas de arquitectura. Mientras los arquitectos y diseñadores abandonan el estudio después de intensas jornadas laborales, el mantenimiento del orden y la limpieza recae en manos de trabajadores nocturnos, en su mayoría migrantes (Fig. 03).

Muchos de estos trabajadores son aquellos «refugiados económicos» a los que Sassen hace referencia: individuos que han abandonado sus hogares en el Sur Global debido a la degradación ambiental, la falta de oportunidades económicas y las crisis políticas (Sassen, 2014). Estos trabajadores se encuentran atrapados en una paradoja compleja: por un lado, forman parte integral del sector que diseña y planifica proyectos urbanos a gran escala, proyectos que a menudo perpetúan un ciclo de desarrollo insostenible. Por otro lado, son víctimas directas de las consecuencias de estos proyectos: emisiones de carbono, cambio climático y desigualdades socioeconómicas que afectan de manera desproporcionada al Sur Global, de donde provienen muchos migrantes (Davis, 2006). Esta contradicción se vuelve aún más palpable al considerar que, a pesar de que en la actualidad muchos proyectos parecen centrados en estrategias innovadoras de sostenibilidad, sin embargo, con frecuencia contribuyen significativamente a las emisiones de carbono a lo largo del proyecto.

La industria de la arquitectura y el urbanismo, en su búsqueda de innovación y progreso, a menudo perpetúa un ciclo de desarrollo insostenible que agudiza las desigualdades globales (Harvey, 2003). En este contexto, resulta crucial que adopten un enfoque más comprometido y radical centrado en la sostenibilidad, la ética y la inclusividad (Lees et al., 2016).

 

Creative Lab. Oficina corporativa en Londres – vista nocturna, 2018. Shutterstock

 

Abrirnos a la participación de las personas migrantes en la planificación urbana

Para profundizar en la intersección entre migración y arquitectura, es crucial examinar cómo las prácticas arquitectónicas contemporáneas pueden contribuir a la inclusión y la cohesión social (Lees et al., 2016). La participación activa de las comunidades migrantes en los procesos de diseño y planificación puede generar espacios urbanos más diversos, dinámicos y resilientes (Vertovec, 2007). Además, es necesario cuestionar los paradigmas convencionales de la arquitectura y el urbanismo que han perpetuado históricamente exclusiones y marginalizaciones (Harvey, 2003). Las teorías y prácticas emergentes en el campo de la arquitectura crítica y especulativa ofrecen nuevas formas de pensar y hacer la ciudad, centrándose en la justicia espacial, la equidad y la sostenibilidad (Lees et al., 2016).

 

Apropiación y resignificación

Las comunidades migrantes, al establecerse en nuevas ciudades, no solo traen consigo su bagaje cultural, sino que también aportan una perspectiva única que influye en la forma en que interactúan con el entorno urbano. Esta interacción dinámica entre migrantes y espacios urbanos conlleva una reinterpretación y reconfiguración de los lugares que habitan. En lugar de simplemente adaptarse pasivamente a su entorno, estas comunidades a menudo transforman activamente los espacios para satisfacer sus necesidades y expresar sus identidades culturales.

Una de las formas más visibles en que esto se manifiesta es a través de la apropiación de espacios públicos. Los parques, plazas y calles de la ciudad se convierten en lugares de encuentro y expresión para las comunidades migrantes, donde pueden reunirse para socializar, celebrar eventos culturales o simplemente sentirse parte de la vida urbana. Estos espacios públicos adquieren nuevos significados y funciones a medida que son utilizados por diferentes grupos étnicos y culturales, enriqueciendo así la diversidad y vitalidad de la ciudad.

Además de la apropiación de espacios públicos, las comunidades migrantes también establecen redes transnacionales de apoyo que trascienden las fronteras físicas de la ciudad. A través de estas conexiones, los migrantes pueden acceder a recursos y servicios, compartir información y experiencias, y mantener vínculos emocionales y culturales con sus lugares de origen.

Otra forma importante en que las comunidades migrantes reconfiguran los espacios urbanos es a través de la transformación de viviendas y barrios. Muchas veces, los migrantes se enfrentan a barreras económicas y sociales que los llevan a residir en áreas urbanas marginadas o en viviendas de baja calidad. Sin embargo, en lugar de simplemente adaptarse a estas condiciones, las comunidades migrantes a menudo transforman sus hogares y vecindarios para satisfacer sus necesidades y expresar su identidad cultural. Esto puede implicar la decoración de fachadas con elementos culturales distintivos, la creación de espacios interiores multifuncionales que reflejan las prácticas de vida familiar y comunitaria, o incluso la organización de actividades y eventos que fortalecen el sentido de pertenencia y solidaridad entre los residentes migrantes.

La reinterpretación y reconfiguración de los espacios urbanos por parte de las comunidades migrantes no solo reflejan la adaptación creativa de los individuos a su entorno, sino que también contribuyen a la diversidad y la vitalidad de la vida urbana. Estos procesos de transformación son un recordatorio poderoso de la capacidad humana para dar forma a los paisajes urbanos y crear lugares que reflejen la riqueza y la complejidad de la experiencia migrante.

 

Educar en la diversidad

Es fundamental reconocer el papel de la educación y la formación en la promoción de una arquitectura y un urbanismo más inclusivos y sostenibles (Vertovec, 2007). La incorporación de contenidos relacionados con la migración, la diversidad cultural y la justicia espacial en los currículos educativos puede fomentar una nueva generación de profesionales comprometidos con la transformación positiva de nuestras ciudades (Harvey, 2003).

Este enfoque no solo es ético y socialmente responsable, sino que también es fundamental para abordar los desafíos globales que enfrentamos, como el cambio climático, la desigualdad socioeconómica y la crisis de vivienda (Davis, 2006). Al integrar las perspectivas migrantes en la práctica arquitectónica y urbanística, podemos imaginar y construir un futuro más justo y sostenible para nuestras ciudades migrantes del futuro.

 

 

 

Referencias

Bridge, G. (2009). Material worlds: Natural resources, resource geography and the material economy. Geography Compass, 3(3), 1217-1244.

Castles, S., & Miller, M. J. (2014). The age of migration: International population movements in the modern world (5th ed.). Palgrave Macmillan.

Davis, M. (2006). Planet of slums. Verso.

Harvey, D. (2003). The new imperialism. Oxford University Press.

Hecht, S. B., & Cockburn, A. (2010). The fate of the forest: Developers, destroyers, and defenders of the Amazon. University of Chicago Press.

Lees, L., Shin, H. B., & López-Morales, E. (2016). Planetary gentrification. Polity.

Material Cultures. (2022). Material Reform. Mack.

Marshall, S., Taylor, K., & Balaton-Chrimes, S. (2016). Rajasthan Stone Quarries: Promoting Human Rights Due Diligence and Access to Redress in Complex Supply Chains.

Sassen, S. (2014). Expulsions: Brutality and complexity in the global economy. Harvard University Press.

Vertovec, S. (2007). Super-diversity and its implications. Ethnic and racial studies, 30(6), 1024-1054.

Sin comentarios

Sorry, the comment form is closed at this time.

Teresa Serrano Avilés

Teresa Serrano es arquitecta por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (ETSAM) y cuenta con una amplia experiencia en proyectos arquitectónicos sostenibles y diseño urbano. Actualmente, es Senior Lecturer en Sostenibilidad y Diseño Ambiental en la Universidad del Este de Londres (UEL), donde lleva a cabo investigaciones centradas en la adaptación de la arquitectura al cambio climático y la rehabilitación de entornos urbanos existentes. Anteriormente, trabajó como investigadora en el Máster en Vivienda Colectiva de la Universidad Politécnica de Madrid, becada por la Empresa Municipal de la Vivienda de Madrid. Teresa es supervisora académica del Centre for Alternative Technologies en Gales, guiando programas como MSc Sustainability and Adaptation, MSc Green Building y MArch Sustainable Architecture. También imparte clases como profesora invitada en universidades como Kingston, London Metropolitan y Central Saint Martins, y coordina el Grupo de Educación de la organización británica Architects Climate Action Network (ACAN).